miércoles, 22 de junio de 2011

El último dragón blanco (capítulo 7)

Cristian se despertó, había algo raro en el ambiente, no se oía el canto de ningún ave, el ambiente estaba muy cargado, y un silencio cubría pesadamente el poblado. Se levantó de la cama y salió de la choza, el sol empezaba a asomar por el horizonte, miró hacia abajo pues las cabañas estaban todas en los árboles, habían cuatro ancianos alrededor de una hoguera de la nacía un extraño fuego verdoso.
— Cristian despierta a tus amigos y bajad rápido, es muy importante.
Haciendo caso a Erlond despertó a Laura, Luís y Ana y bajaron al encuentro de los cuatro ancianos.
— Son los cuatro rectores de la naturaleza— explicaba Erlond— ellos son los que otorgaron a los animales su fuerza, olfato y capacidad de volar. He hablado con ellos de vuestra situación y como nuestro destino, a su vez, depende de vosotros y han decidido otorgaros ciertas habilidades, que os serán de mucha ayuda para rescatar a vuestro amigo y conseguir volver a vuestra casa. Os darán unas pequeñas botellas de cristal que llevareis colgadas de vuestros cuellos, y cuando os veáis envueltos en un peligro usareis.  Hacerlo sólo cuando sea realmente necesario pues la dosis es escasa.
Los ancianos entregaron las botellas a cada uno de los amigos, anduvieron hacia los árboles y desaparecieron. Cada botella estaba tapada con un corcho de diferente color.
— Cristian, tu tapón es rojo, te dará fuerza.
Asintió mirando fijamente la botella.
—Luis, tu tapón es verde, de dará velocidad, Ana tu tapón es azul, podrás volar, Laura, tu tapón es verde, podrás respirar bajo el agua. Recordar que los efectos no duran más de unos quince minutos, y que solo tenéis  para dos tomas. Sed consecuentes. Ahora tomar provisiones e id en ayuda de vuestro amigo, os necesita. Está encerrado en el la torre del lago Akras, tras las montañas de Namón al norte de este poblado. Tened en cuenta que las montañas se encuentran pobladas por Trolls.  Que tengáis mucha suerte hijos míos, marchad solos, Dhuar tiene que defender a su pueblo aquí, corren tiempos difíciles, las sílfides cuentan que han visto un ejército  de minotauros marchar hacia el este, una gran guerra va nacer con el fin de exterminar a los seres buenos, cuidaos.

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