miércoles, 21 de septiembre de 2011

Las Crónicas de Wulfric (Capítulo 3)

La leyenda de krholl el conquistador.
Hace mucho tiempo, cuando el ser humano no habitaba este mundo tuvo lugar la gran guerra, en ella lucharon todos los seres mágicos que la habitaban. Existían dos grandes ejércitos, los seres mágicos que vivían en paz y los seres mágicos que querían conquistar todo el mundo para someterlo y así poder enfrentarse a los dioses de igual a igual. Pocas criaturas sobrevivieron a la gran  guerra por eso hoy en día existen extraños lugares en los que suceden cosas inexplicables o desaparecen personas. Son lugares en los que viven los supervivientes de aquella matanza. Al norte de estas tierras justo donde acaba el mundo conocido, existen unas cuevas en las que habita un ser muy poderoso. Es un minotauro, su nombre es Krholl el conquistador. Cuentan algunos seres que lo conocieron que antes de la gran guerra era un herrero excelente, y que al saber que el mundo estaba abocado a un enfrentamiento entre todas las razas forjó un arma muy poderosa. Se trata de una enorme hacha de doble hoja forjada con oro negro vomitado en la tierra por las lágrimas de gaia al ver que sus hijos iban a matarse. Es un arma pesada, que sólo un ser fuerte podría usarla. El minotauro escribió en su mango unas runas en su lengua, "la muerte es mi camino". Con ella participó en la batalla, destripó, seccionó miembros y desangró a todo ser que se le oponía, fue una matanza y muy pocos sobrevivieron. Al ver los resultados Krholl supo que había creado un arma mortal, se retiró a esas cuevas, con el único fin de que nadie se haga con el hacha, pues ningún arma humana ni armadura ni escudo puede detenerla. Así que wulfric si quieres acabar con tu tribu, tendrás que vertelas primero con el minotauro.

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