Yo no tengo nada en especial en contra de esta gente, pero hay que aceptar que desde que se han introducido más en nuestra vida la han complicado un poco más. Un ejemplo es una noticia que salió publicada la semana pasada: “UN DIEZ POR CIENTO DE LSO NIÑOS PADECE UN TRASTORNO MENTAL”. Bien, vamos a analizar la cuestión seriamente, en la década de los ochenta y noventa un niño gordo era solamente eso, un niño gordo, que te reías de él y soltaba ostias como panes, todos recordaremos algún amigo así, y ahora veinte o treinta años después no es ningún psicokiller que secuestra mujeres y las descuartiza, pues ahora según los psicólogos ese niño sufre trastorno alimentario y puede desarrollar síndromes que afecten a su personalidad y de mayor ser una persona retraída. Sigamos con otro ejemplo, en los años ochenta y noventa tu jugabas tranquilamente con columpios y toboganes de acero oxidado, anclados en terrenos de arenas y piedras, te caías y te hacías un arañazo o esollejón (los manchegos lo entenderán), y no pasaba nada, tu madre te soplaba la herida le daba un beso y seguías jugando como un loco, que para eso te sacaban a la calle, y al llegar a casa te ponía melcromina de la roja, que picaba un cojón, y ya estaba todo arreglado. Pues ahora no, ahora te llevan al psicólogo, el cual te diagnostica que eres un niño hiperactivo, además los columpios y toboganes ya no son de acero, es más no se sabe lo que es un columpio o un tobogán ya que son obras de diseño, y te los anclan en una especie de moqueta de goma para que si te caes rebotes y no te pase nada. Ah, y no te ponen melcromina, te pone ponen povidona yodada y parece que hayas matado a manolete por una mierda de costra.
Muchas gracias a todos los psicólogos por convertir la vida de los niños en enfermedades mentales capaces de convertir a nuestros hijos en asesinos, violadores o mermados mentales cuando sean mayores, porque un niño gordo es un niño gordo, un niño que corre como un loco detrás de la pelota en el patio es sólo eso, un niño, no un ser hiperactivo, porque si de niño no es hiperactivo que tenemos en lugar de un hijo, ¿una medusa?, y un niño que suspende en clase no es un niño con falta de concentración, es un zoquete que le gusta estudiar y que de mayor será Pepín Blanco.
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