Me gustaría que el dueño del mundo, quiero decir de las tiendas de Inditex, leyera esta carta para poner en su conocimiento la brutal falta de atención que se viene produciendo en sus tiendas hacia los pobres y desgraciados novios que acompañan a las clientas de sus tiendas.
No se si se han dado cuenta de lo tremendamente aburrido y esclavizador que llega a ser acompañar a la novia a que se compre ropa, para empezar ellas no siguen un criterio lógico de búsqueda, para ello deberían saber primero que van a comparar y acordarse cuando llegan a la tienda, ya que suele ser normal que vayan a comprarse unos pantalones y vuelvan con dos vestidos, un par de zapatos, un bolso y tres camisetas. Lo peor es que luego encima dicen que no tienen pantalones para combinar con lo que se han comprado, joder, acabas de venir de compararte toda la tienda, que se traen hasta a la dependienta porque estaba en oferta, y ningunos pantalones te hacían juego con el resto de la ropa, seguro que es una estrategia del señor Inditex para ganar más. Le ruego a este señor que no lo haga más, no es por el dinero, eso ya me da igual, es porque odio estar dos días y medio metido en su tienda hasta que mi novia termina de comprar, digo dos días y medio porque no se porque se tarda tanto en comprar unos putos pantalones, a lo mejor tardan tanto porque les cuentan las perneras para ver si coinciden con el número de piernas que ellas tienen, era un chiste machista que me cogía perfectamente aquí, si no te ha gustado es porque eres mujer o de una raza inferior.
Bien, sigamos, dado que nos vemos obligados a permanecer tanto tiempo en sus tiendas por qué cojones no hay una triste silla, a ver señor de inditex, tenemos que ir siguiendo a nuestra pareja que no se porque cuando entra en sus tiendas se posee del espíritu de la Vice presidenta Fernandez de la vega adquieren visión túnel, da igual lo que les digas, solo contestan si o no y además recorren las tiendas en sentido contrario a las agujas del reloj. Y nosotros, los machos Alpha, parecemos percheros con ruedas, ya que vamos llenos de perchas, en los brazos, en las manos en los.... cojones, hasta ahí acabamos. No se si os habéis fijado en los intercambios de miradas que nos hacemos los hombres en estas tiendas, con esos ojillos vidriosos mientras tu pareja se prueba esas doscientas prendas que se ha metido al probador para al finar quedarse solo con una, esa mirada de auxilio, esa mirada de por favor te suplico que compartamos una conversación y hagamos este terrible día más ameno, pero justo cuando vas a acercarte para hablar y salvaros ambos de ese aburrimiento sucede lo peor. Lo peor es que tu novia de dice que esa talla no le viene, que le traigas otra, y allá vas tú, cargado con las bolsas de otras tiendas, tu chaqueta, la suya, y su bolso que pesa diez kilos, a intentar buscar otra talla de esa camisa que no sabes ni de dónde la ha cogido. Cuando consigues llegar empiezas a manosearlas porque no sabes dónde viene puesta la talla, es más no sabes que significa S o P y si eso es más grande o más pequeña que la que se ha llevado, por ello le acabas llevando dos o tres letras distintas de talla, para que así mientras lea algo, otro chiste machista estoy sembrado. Ah y a todo eso las dependientas no solo no te ayudan si no que encima te miran mal como si fueras un pervertido que se pone cachondo tocando ropa de mujer.
En fin, por ello señor de inditex, ya que nosostros somos los que llevamos en coche a sus clientas, y a menudo terminamos pagando, le pido, le ruego, por lo que más quiera, que ponga por lo menos futbolines en sus tiendas, sería un grandisimo detalle por su parte.
Bueno queridos reclutas de la vida, nos vemos la semana que viene con otro caso que me haya acontecido, un saludo y que nadie os toque los cojones.